María Sakkari y Caroline Dolehide, tenistas de Grecia y Estados Unidos, respectivamente, van por hacer historia en el GDL Open AKRON, que se realiza en Guadalajara, Jalisco.
Este sábado se conocerán a las campeonas de la segunda edición del Guadalajara Open AKRON.La griega es favorita para llevarse el título ante la estadounidense, que intentará seguir haciendo historia en la serie WTA 1000.
Sakkari saltará a la cancha por segundo año consecutivo, y en busca de la revancha tras caer ante la norteamericana Jessica Pegula en la final de 2022.
Asimismo, intentará poner fin a su racha negativa de seis finales perdidas en forma consecutiva, la más reciente en el torneo de Washington donde cayó ante Coco Gauff.

Por su parte, Caroline Dolehide, la sorpresa del torneo y en la mejor semana de su vida, se convirtió en la segunda tenista fuera del top 100 en clasificarse para una final WTA 1000.
También, quiere ser la primera de la historia en llevarse el campeonato con ese status de ranking. La jugadora de Illinois, ocupa actualmente el peldaño 111 en la clasificación mundial.

Cabe resaltar que es la primera vez que Sakkari y Dolehide se enfrentan entre sí. El año pasado, ambas vivieron situaciones diferentes. Mientras Dolehide se despidió en la primera ronda tras perder ante su compatriota Danielle Collins, Sakkari llegó hasta la gran final.
La final de dobles
Por otra parte, en la final de dobles, se enfrentarán la pareja número uno del torneo, Elise Mertens de Bélgica y Storm Hunter de Australia ante la dupla sembrada número tres, que integran la canadiense Gabriela Dabrowski y la neozelandesa Erin Routliffe.
Mertens y Hunter son las jugadoras número 4 y 6 del ranking mundial de dobles. Además, la australiana es la actual campeona de esta categoría en Guadalajara, donde el año pasado levantó el trofeo en equipo con la brasileña Luisa Stefani.
Por su parte, Dabrowski y Routliffe, clasificadas 9 y 20 de la especialidad, están jugando apenas su quinto torneo juntas. Igualmente, vienen de coronarse hace un par de semanas en el US Open, por lo que se espera sea una final de alarido.