Mi análisis y prospectiva: Directores generales de empresas globales comienzan a preguntarse cómo continuar la operación de sus empresas, sin sufrir significativas limitantes operativas derivadas de agendas políticas de los países donde operan. Aunque el riesgo de permiso para operar -por parte de cualquier gobierno-, siempre ha existido y se ha contemplado como parte del reto de expansión internacional de cualquier transnacional, el contexto actual de enfrentamiento entre potencias, y los escenarios previsibles, indican que evolucionará en su complejidad. Por ejemplo, no deberá sorprender si próximamente, los gobiernos que mantienen cierta animadversión contra alguna potencia o país en específico, modifiquen el marco fiscal, legal, e inclusive financiero (e.g. retiro y movimiento de fondos) para empresas de cierto origen, o soportadas en su mayoría por capitales de alguna nacionalidad en específico.
Un contexto geopolítico de mayor confrontación, obligará también a directivos a reflexionar la conveniencia o desventaja de un alto o bajo perfil comunicacional, considerando que sus comunicados podrán ser interpretados de distinta manera en cada geografía, o que pudieran provocar alguna reacción desfavorable.