De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del Inegi, la ofensa o la humillación es el tipo de violencia más común en hogares mexicanos.
Por ejemplo, algunas de estas situaciones son insultos que hicieron sentir menos o le hicieron sentir mal a quienes recibieron las ofensas o humillaciones.
La Encuesta estima que, durante septiembre, a un 5.2% de las personas mayores de 18 años que radican en zonas urbanas las ofendió o humilló algún miembro de su hogar. En mujeres, este porcentaje fue de 6.6%; en hombres, de 3.7%.
El segundo tipo de violencia más común en los hogares mexicanos fue el correr a un familiar de su casa; o bien, amenazar con hacerlo.
Otros, en el ámbito sexual, son el manoseo, tocar, besar, acercar, recargar o encimar sin consentimiento, señaló la Encuesta. También, agresiones sexuales como intento o violación.
Respecto a la violencia física en los hogares, los golpes o agresiones son las más frecuentes. En éstas se incluyen situaciones como pellizcos, jalones de cabello, empujones, jalones, bofetadas, patadas, golpes con el puño o aventar algún objeto. Después, ataques con armas blancas o de fuego.
De enero a septiembre de 2022, se estima que en 8.9 % de los hogares en zonas urbanas existió algún tipo de violencia. En 27.4 % de las ocasiones, las y los involucrados eran menores de edad.
También se estimó que el 8.1% de las personas fue violentada en el entorno familiar. En mujeres, este porcentaje fue de 9.5 %; en hombres, de 6.3 por ciento.
Asimismo, de la población encuestada, 54.2% reportó que la o el principal agresor fue alguna persona sin parentesco específico, seguido del esposo, esposa o pareja sentimental, con 17.8%. En orden descendente, están otro familiar, hermano (a), madre, padre, hijos mayores o menores, abuelos y padrastro o madrastra.