En un comunicado emitido hoy, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Nada Al-Nashif, expresó su preocupación por la decisión del Congreso de México de ceder el control de la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). La alta comisionada aseguró que las reformas impulsadas por el presidente Andrés Manuel Lopez Obrador. Dejan a México sin una fuerza policial civil a nivel federal, lo cual refuerza el papel de las Fuerzas Armadas en la seguridad pública del país. Aclarando que “las Fuerzas Armadas sólo deben intervenir en la seguridad pública de forma temporal, en circunstancias excepcionales, como último recurso, y siempre bajo la supervisión efectiva de órganos civiles independientes”, subrayó Al-Nashif. Asimismo, recordó que pese a que la militarización en México ha ido aumentando desde el 2006, no ha reducido la delincuencia, sino que en su lugar, “llevó a un incremento de las alegaciones de violaciones a los derechos humanos por la policía y las Fuerzas Armadas”. Al-Nashif, expresó que el hecho es aún más preocupante porque las reformas no adjuntan ninguna disposición que garantice la supervisión civil de la Secretaría de la Defensa Nacional. También criticó la “participación y el debate públicos” ya que considera que fueron muy limitados antes de que los miembros de la Cámara de Diputados y del Senado aprobaran la transferencia. Finalmente, la Alta Comisionada aprovechó para hacer un llamado a las autoridades mexicanas para que “refuercen la supervisión civil en el sector de la seguridad, en consonancia con las normas de derechos humanos”, dijo.
La ONU condenó la aprobación de transferir la Guardia Nacional a la Sedena.
En un comunicado emitido hoy, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Nada Al-Nashif, expresó su preocupación por la decisión del Congreso de México de ceder el control de la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). La alta comisionada aseguró que las reformas impulsadas por el presidente Andrés Manuel Lopez Obrador. Dejan a México sin una fuerza policial civil a nivel federal, lo cual refuerza el papel de las Fuerzas Armadas en la seguridad pública del país. Aclarando que “las Fuerzas Armadas sólo deben intervenir en la seguridad pública de forma temporal, en circunstancias excepcionales, como último recurso, y siempre bajo la supervisión efectiva de órganos civiles independientes”, subrayó Al-Nashif. Asimismo, recordó que pese a que la militarización en México ha ido aumentando desde el 2006, no ha reducido la delincuencia, sino que en su lugar, “llevó a un incremento de las alegaciones de violaciones a los derechos humanos por la policía y las Fuerzas Armadas”. Al-Nashif, expresó que el hecho es aún más preocupante porque las reformas no adjuntan ninguna disposición que garantice la supervisión civil de la Secretaría de la Defensa Nacional. También criticó la “participación y el debate públicos” ya que considera que fueron muy limitados antes de que los miembros de la Cámara de Diputados y del Senado aprobaran la transferencia. Finalmente, la Alta Comisionada aprovechó para hacer un llamado a las autoridades mexicanas para que “refuercen la supervisión civil en el sector de la seguridad, en consonancia con las normas de derechos humanos”, dijo.