El exmandatario de Baja California, Jaime Bonilla Valdez, acusó a la actual gobernadora, Marina del Pilar Ávila Olmeda, de pactar con cárteles del crimen organizado, lo que resultó en los recientes hechos de violencia en el estado fronterizo.
Luego de cuatro años de licencia, Bonilla Valdez se reincorporó a su escaño en el Senado y, en una participación en tribuna, se lanzó en contra de su sucesora.
La señaló de tener arreglos con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y de ser responsable de la violencia registrada en días pasados en ciudades como Tijuana.
“Lo que pasó en Baja California tenía que haber sido un arreglo previo de los cárteles, en lo particular, el CJNG, donde le hizo un reclamo en una manta inmensa, con señalamientos particulares con nombre y apellido, donde le dice que violó el acuerdo”, dijo el exgobernador.

Violencia en BC no tiene el mismo origen que la de Guanajuato y Jalisco
Aseguró que lo sucedido en Baja California, como la quema de vehículos, no fue una casualidad, sino un acto coordinado por los cárteles como un reclamo al gobierno de Ávila Olmeda por “incumplir los acuerdos”.
“Nos tratan de confundir que el tema de Baja California fue el mismo que pasó en Guanajuato y Jalisco, no es cierto», afirmó el senador morenista.
«Lo que pasó en Baja California tenía que haber sido un arreglo previo entre los cárteles, el Cártel Jalisco Nueva Generación le hizo un reclamo a la gobernadora con una manta inmensa con señalamientos particulares, donde le dice que violó el acuerdo», indicó.
Sentenció que este tipo de acontecimientos nunca sucedieron en su administración, «en mi gobierno nunca pasó un incidente donde quemaron más de 20 unidades”, dijo.
Criticó falta de oficio de la gobernadora bajacaliforniana
Por otro lado, calificó a la mandataria como una política sin oficio, sin experiencia y que maneja un esquema de seguridad al estilo panista, idéntico al de Genaro García Luna, y gracias a su esposo Carlos Torres, ex diputado federal albiazul.
“No todo el mundo está preparado para tomar las riendas, es el caso de Baja California. Una falta de experiencia, de oficio político de los temas trajeron un impacto tremendo en la sociedad.
Se paró la economía; de hecho, hay todavía negocios que no abren. Entonces, no hay justificación para lo que pasó”, subrayó.
Durante su participación, también responsabilizó a las autoridades estatales, federales y municipales de no utilizar los mecanismos de inteligencia para prevenir lo ocurrido en aquella zona fronteriza.