En el lanzamiento de la misión Artemis I, la NASA homenajeó a Arturo Campos, ingeniero de origen mexicano, quien en 1970 salvó a los astronautas del Apolo 13.

Campos, de padres mexicano-americano, nació en Laredo, Texas en 1943. Obtuvo su título en ingeniería eléctrica en 1956 de la Universidad de Texas. Hoy, en el lanzamiento del cohete y la nave Orion que busca regresar al hombre a la Luna, uno de los pasajeros fue un maniquí llamado “Moonikin Campos”, en honor al ingeniero.

Ingresó a la NASA en 1963. Participó en el primer alunizaje en 1969. Aprovechó sus conocimientos técnicos en decenas de proyectos de la NASA. Comenzó con la investigación y el desarrollo de sistemas eléctricos para naves especiales, y se convirtió en una de las personas de confianza responsables por los sistemas eléctricos empleados en los módulos lunares del Apolo.
¿Cuál fue la proeza de Campos?

Durante la misión del Apolo 13, mientras Arturo Campos dormía, recibió una llamada desde el Centro de Naves Espaciales Tripuladas de la NASA el 13 de abril de 1970. Algo había salido mal con la misión tenía que presentarse en el trabajo de inmediato.
Al llegar, le informaron que un tanque de oxígeno de un módulo de servicio de la nave espacial se perforó y se perdió el suministro normal de electricidad, luz y agua en el módulo.
Esto dejó a los astronautas Jim Lovel, Jack Swiger y Fred Haise atrapados en una nave espacial averiada a unos 320 mil kilómetros de la Tierra. Por ello, se dejó atrás el objetivo de un alunizaje. La prioridad era regresarlos a casa.
Curiosamente, Campos ya había escrito el plan para salvarlos.
Mientras el equipo de control de la misión buscaba cómo resolver la crisis, Campos se puso a trabajar en la reconstrucción de su plan. “Cuando me llamaron, volví a escribir el plan sobre la marcha”, se dice que fueron sus palabras. “Un año antes, había escrito procedimientos para esa eventualidad”.

Tras tener claro el proceso para el regreso, se dieron las instrucciones para ponerlo en marcha, el cual duró unas 15 horas. Finalmente, se logró desviar la suficiente electricidad de las fuentes de energía del módulo lunar a las baterías de emergencia de los módulos de comando y servicio para proporcionar calefacción a los astronautas, asistirlos en su viaje de regreso y permitirles aterrizar a salvo en la Tierra.

Cortesía: Familia Campos
Reconocido por el presidente Nixon
Por su aporte, el presidente Richard Nixon lo condecoró a él y a otros miembros del control de la misión con la Medalla Presidencial de la Libertad en 1970.

El ingeniero se sentía orgulloso de su herencia hispana, al ser de los pocos trabajadores mexicano-estadounidenses en el centro Johnson cuando la mayoría eran blancos.
Asimismo, contribuyó en el reclutamiento de más trabajadores hispanos para el programa espacial. También fundó y trabajó como el primer presidente del Consejo de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos 660, un capítulo formado por ingenieros mexicano-estadounidenses de la NASA que otorgaba a estudiantes hispanos becas para cursar carreras universitarias. En 1980 se retiró de la NASA. Falleció en 2001 a la edad de 66 años.