Mundo

«Hikikomori», jóvenes aislados del mundo en Corea del Sur

En Corea del Sur hay un problema social que preocupa cada vez más a las autoridades: los «hikikomori», los miles de jóvenes aislados voluntariamente del mundo.

Hikikomori es un término japonés que significa “apartarse” o “estar recluido”. Se trata de personas que sufren un distanciamiento social severo y que tienen dificultades para llevar una vida normal.

Los jóvenes se recluyen en sus cuartos y evitan cualquier contacto con el exterior. Algunos ni siquiera salen para ir al baño o comer. Unas 340 mil personas entre los 19 y 39 años se consideran solitarias o aisladas, según el Instituto Coreano de Salud y Asuntos Sociales.

"Hikikomori", jóvenes aislados del mundo en Corea del Sur
Habitación de un joven Hikikomori

El gobierno surcoreano decidió tomar medidas para intentar revertir esta situación y ayudarlos a reintegrarse a la sociedad. Para ello, crearon un programa de apoyo económico y social que ofrece a los hikikomori, de entre nueve y 24 años, de familias pobres, una ayuda mensual de hasta 490 dólares para su manutención.

Además, pueden acceder a una serie de servicios gratuitos o subsidios, como atención médica, educación, consejería, asistencia legal, actividades culturales y hasta tratamientos estéticos.

El objetivo es “permitir que la juventud recluida pueda recuperar sus vidas diarias y reintegrarse a la sociedad”, indicó el Ministerio de Igualdad de Género y Familia de dicho país asiático.

"Hikikomori", jóvenes aislados del mundo en Corea del Sur
Jóvenes Hikikomori realizando actividades grupales

Sin embargo, algunos expertos y activistas dudan de la efectividad de estas medidas y creen que no atacan las causas profundas del problema. Asimismo, refieren que el aislamiento tiene que ver con la presión social, la competitividad, el estrés, la falta de oportunidades y el miedo al fracaso. Es decir, no toda la juventud ermitaña tiene dificultades económicas.

Yoo Seung-gyu es uno de los que logró salir de su reclusión después de cinco años encerrado en su estudio. Ahora dirige una organización llamada Not Scary (No es miedoso) que apoya a otros jóvenes en su misma situación.

Él cree que lo más importante es crear un espacio seguro donde los hikikomori puedan expresarse y relacionarse con personas que los entiendan y los respeten. También opina que se necesita un cambio cultural que valore más la diversidad y la felicidad que el éxito material.

“La sociedad nos dice constantemente qué hacer, cómo vivir y qué lograr. Pero eso no nos hace felices. Tenemos que encontrar nuestro propio camino”, dijo Yoo.

Kim Soo Jin, gerente de Seed:s, una organización que trabaja con los hikikomori, explicó que los jóvenes surcoreanos se sienten “presionados” por la sociedad que les impone un modelo de comportamiento según su edad.

“Si no logran seguir ese modelo, se sienten ‘fracasados’, ‘atrasados’. Esto afecta su autoestima y puede llevarlos a aislarse de la sociedad”, dijo.

Al mismo tiempo, Corea del Sur lucha contra la tasa de fertilidad más baja del mundo y una productividad en declive.

Con información de BBC.

Sociedad | También te puede interesar leer: Cada vez menos jóvenes de 18 años tramitan RFC

Noticias relacionadas