De acuerdo con Angélica Juárez Loya, académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), hasta un 3.6% de los mexicanos sufre ataques de pánico.
La prevalencia del trastorno de pánico es del 1 al 3.6%. Sin embargo, la doctora en Psicología de la Salud refirió que, cuando se habla de quienes en alguna ocasión lo experimentaron, la cifra aumenta a 2%.
“La amenaza quizá no es real, la sensación sí”, expresó. Explicó que el ataque de pánico o crisis de angustia presenta la percepción imprevista de miedo. Además, las dos características indiscutibles son: sensación de muerte y su aparición súbita.
Estos forman parte de las alteraciones de ansiedad que, de manera general en México, pueden tener presencia en la población de 8 y hasta 29%. No obstante, al hablar de la ansiedad generalizada durante la pandemia, este índice llegó a 3%, acotó.
“Me sentí rara, con miedo, me faltaba el aire; sentí que me iba a morir”, son algunas de las expresiones de quienes experimentaron un ataque.
Pero, ¿qué son los ataques de pánico? Juárez Loya los definió como la aparición súbita intensa de un malestar que va a alcanzar, en poco tiempo, intensidad robusta, algo que activa la sensación de alarma en el organismo, con urgencia mental, ideas que presionan sobre las percepciones físicas, que primordialmente son experimentadas como un “peligro” para la vida.
Síntomas
Asimismo, indicó que para que se considere un trastorno de pánico debe tener cuatro o más de los siguientes síntomas:
- Sensación de que los latidos del corazón se incrementan de manera importante y súbita (taquicardia); esto se asocia con la idea de estar en peligro. Incluso, se cree que puede fallecer por un ataque cardiaco.
- Sudoración en las manos y/o sudor frío
- Malestar general en el pecho
- Sensación de ahogo, como una especie de asfixia.
- Percepción de desesperación o pérdida de control
- Náusea
- Mareo
- Agitación
- Falta de aire
Por otro lado, para confirmar el diagnóstico, precisó, se observa que la persona experimenta crisis frecuentes en un lapso aproximado de seis meses. “Tiene además preocupación porque le vuelva a ocurrir, y experimenta conductas evitativas”.

Atención
Si alguien está en una crisis y la gente a su alrededor no sabe qué hacer, recomendó disminuir la cantidad de oxígeno que entra al cuerpo. Es decir, procurar una respiración lenta. Si es posible respirar dentro de una bolsa de papel para nivelar con bióxido de carbono el oxígeno que ingresa (hiperventilación).
En cuanto disminuya el malestar físico, trabajar poco a poco los pensamientos negativos y catastrofistas que se tiene sobre los síntomas físicos.
También sugirió utilizar la “hoja de autorregistro por ataques de pánico”, esto permitirá mejorar el autocontrol, y anotar y monitorear la intensidad de cada evento.
Finalmente, para evitar esta sintomatología, aconsejó moderar las respuestas físicas ante la adversidad, organizar mejor el tiempo de actividades, expresar adecuadamente las emociones, trabajar más en la solución de problemas. Además, emprender una socialización efectiva y cuidada.