Nueva información fue revelada sobre los documentos hackeados por el grupo de activistas conocido como “Guacamaya hackers”. Quienes penetraron los sistemas de seguridad de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y extrajeron seis terabytes (TB) de información.
Las periodistas Georgina Zerega y Elena Reina, de «El País», publicaron un texto en el que revelan cientos de denuncias internas sobre violaciones por parte de la Sedena.
Se trata de los reportes de más de 308 denuncias por violaciones por elementos de la Sedena en cuarteles y hospitales militares desde 2009. Mismas que incluyen sexuales y de derechos humanos, y abuso de poder. De las cuales 23 fueron hechas por casos de violación calificada o abuso sexual.
Según la información publicada por las hacktivistas, estas violaciones llegaron a realizarse en grupo o con prácticas de tortura, por las que al menos 42 militares fueron denunciados. Sin embargo, solo diez fueron procesados y sólo cinco fueron sentenciados, los demás casos se archivaron. Ya que la mayoría de las denuncias fueron “sepultadas” por la Sedena durante años, sin que fueran del conocimiento público.
El texto también dió a conocer el “modus operandi” de los agresores, quienes utilizaban su cargo y el uniforme para ordenar a las víctimas que acudan a un lugar donde no haya testigos.
“Ellas obedecen al teniente o al capitán y son acorraladas. De acuerdo a los testimonios de las víctimas, en muchos casos en que acusaron a sus jefes fueron amenazadas con la idea de que nadie les iba a creer o, si se encontraban en destinos aislados o alejados, les recordaban que allí estaban solas y los únicos con poder eran los altos mandos”, dice el texto.
En una de las últimas denuncias realizadas en 2021, reportaron que tenientes Escuela Militar de Oficiales de Sanidad, ubicada en la Ciudad de México, abusaron de un civil de 19 años en La Paz, Baja California. “Este último caso relata cómo tres soldados atacaron a un chico en ese municipio cuando salía de su casa y lo torturaron con un tubo metálico”.
Uno de los más recientes tiene fecha de marzo de 2022, cuando un contralmirante de la Secretaría de Marina destinado en Puerto Peñasco, Sonora, le envió a la Secretaría de la Defensa Nacional una serie de informes que le habían llegado desde Chihuahua. En los que soldados reportaban que habían sido víctimas de abuso sexual y hostigamiento por parte de mandos medios y altos de la Secretaría. Estos registros contienen varias historias de mujeres que reportaron a sus superiores por “abusos”, demostraciones “excesivas” frente de sus compañeros, intimidaciones y acoso.