Por cometer crímenes de guerra, la Corte Penal Internacional emitió una orden de arresto contra el presidente ruso, Vladimir Putin, por su presunta participación en el secuestro y deportación ilegal de niños de Ucrania a Rusia.
La Corte comunicó que había “motivos razonables para creer” que el mandatario ruso es “presuntamente responsable del crimen de guerra de deportación ilegal de población”. Rusia niega dichas acusaciones. Esta orden de arresto es la primera en las investigaciones del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
Aparte de la orden contra Putin, el tribunal de la Corte emitió otra que se dirige hacia Maria Alekseyevna Lvova-belova, comisionada de Rusia para los Derechos del Niño, por los mismos cargos de los que se le acusa al presidente.
Una investigación que respaldó la ONU citó ataques rusos contra civiles en Ucrania. Entre los delitos que se hallaron fueron la tortura y el asesinato en las regiones que ocupan los rusos, que equivaldrían a crímenes de guerra y de lesa humanidad. Asimismo, la deportación de niños ucranianos, impidiéndoles reunirse con sus familias.
La Comisión de investigación de la ONU concluyó que estas acciones “violan el derecho internacional humanitario y constituyen un crimen de guerra”. También se precisó que se utilizó un “un esquema de detención ilegal generalizado” contra hombres, mujeres y niños en las zonas bajo control de las fuerzas armadas rusas.
En un año, más de 16 mil niños han sido deportados a Rusia, denunció la diputada ucraniana, Lesia Zaburanna. La cifra, dijo, representa un 20% de los niños de ese país. Al momento, se localizó a 9 mil 510 menores. Recientemente, otros 350 desaparecieron.
Además, sostuvo que, por horas, a los niños se les forza a recibir propaganda política rusa, es decir, en favor del Kremlin. “Les cambian el nombre y les lavan el cerebro”, sentenció.
Mundo | También te puede interesar leer: China decidió ser neutral entre Rusia y Ucrania