Conforme pasan las generaciones, el hábito del ahorro se esfuma con el consumismo y va quedando en el olvido el inculcarlo a los menores edad, aseguró María Esther Aguirre Lora, experta del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la UNAM.
A propósito del Día Mundial del Ahorro, durante la conferencia “Hablemos de puerquitos… Educación para el ahorro desde una perspectiva de largo aliento (XVI al XX)”, organizada por la UNAM, expresó que “el temprano conocimiento en la materia se ha difuminado y las instituciones formativas eliminan la enseñanza al respecto”.
Aquellas costumbres de comprar el cochinito y ahorrar peso por peso, el cambio del mandado, lo que los papás daban de domingo, se continúa perdiendo.
Hubo un tiempo donde, desde las escuelas, se fomentaba el ahorro. Cada día o semana, el maestro llevaba un registro de este hábito entre los alumnos. O bien, los bancos impulsaron las cuentas de ahorro para niños.
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Aguirre Lora expuso que, en la actualidad, el consumismo y el mercado hicieron de lado dicho estilo de vida. En cambio, se fomenta en la población el exceso de préstamos para tener dinero en sus bolsillos. Los niños, por ejemplo, aprenden de los comportamientos de los padres.
Refirió que, de acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), el 30% de los jóvenes carece de interés por seguir esta tradición financiera. Mientras tanto, apenas el 13% guarda una parte sus ingresos.
Desde el sector bancario, se recomienda realizar las compras de la casa con el fin de diferenciar precios y tomar decisiones. También, anotar los gastos, llevar una bitácora de ingresos y egresos, y usar aplicaciones para controlar las finanzas.
Asimismo, la investigadora resaltó que es urgente recuperar esta disciplina entre los más jóvenes.