Hoy se cumplen 65 años del lanzamiento espacial de “Laika”, el primer ser vivo enviado al espacio. La cual, fue lanzada como parte de un programa espacial soviético en la nave Suptnik 2.
Encontraron a la perrita siendo «callejera», vagando por las calles de la ciudad de Moscú en 1957. Y fue parte de los 10 animales seleccionados para ser sometidos a la prueba extrema de resistencia en la cámara de presión ignífuga.
En ese entonces, los científicos soviéticos habían optado por utilizar a perritos callejeros, exactamente de Moscú. Ya que se asumía que estos animales habían aprendido a soportar las condiciones extremas de frío y de hambre.
Asimismo, para tomarlos en cuenta, los perritos debían de tener pelo corto y claro, para no alterar el funcionamiento de los sensores y verse bien en cámara.
El Sputnik 2 fue la segunda nave espacial puesta en órbita alrededor de la Tierra, el 3 de noviembre de 1957. Este, era una cápsula cónica de 4 metros de alto con una base de 2 metros de diámetro. Contenía varios compartimentos destinados al alojamiento de transmisores de radio y un sistema de telemetría. Así como una unidad programable, un sistema de control de regeneración y temperatura en cabina e instrumental científico.
Su viaje al espacio
Laika viajó en una cabina sellada y separada del resto, cuyo nombre original era “Kudryavka”, y pesaba unos 6 kilos. La cabina presurizada y acolchada del Sputnik 2 le permitía estar acostada o en pie. También tenía un sistema regenerador de aire que le proveía de oxígeno, comida y agua en forma de gelatina.
A su llegada al espacio, una bolsa recogía los excrementos, y unos electrodos monitorizaban las señales vitales.
De acuerdo con el primer informe telemétrico temprano, Laika estaba agitada en el espacio, pero comía. Sin embargo, al no existir posibilidad de retorno a la Tierra, se planeó sacrificarla después de 10 días en órbita.
No obstante, años después en octubre del 2002, se reveló que la perrita había muerto a las pocas horas debido al sobrecalentamiento y el estrés.