Un caso más de violencia contra las mujeres se vivió en el mundo, ahora fue en Perú, donde el feminicidio de Katherine Gómez, una joven de 18 años a la cual su expareja la quemó viva, conmociona a dicho país.
Además de la horrible muerte de la joven, hay indignación por la reacción que tuvo la Policía de esa nación.
Los hechos
La noche del pasado sábado 18 de marzo, Katherine fue víctima de un ataque por parte de quien fuera su pareja, Sergio Tarache Parra. Ella decidió terminar la relación, pero él no estuvo de acuerdo, por lo que le roció gasolina y le prendió fuego, justo en una plaza en el centro del Lima; después de eso, el hombre huyó.
Las personas que estaban cerca auxiliaron a Katherine apagando las llamas. Sin embargo, ella ya tenía quemaduras en el 60% de su cuerpo; y, enseguida fue traslada al hospital Arzobispo Loayza.
Seis días después, el viernes 24 de marzo, lamentablemente la joven falleció. Al respecto, Nancy Tolentino, ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables de Perú expresó que, Katherine “luchó por su vida”, pero, “la cantidad de cuerpo dañado imposibilitó a los médicos salvarle la vida”.
La indignación
Además del hecho violento que, finalmente se convirtió de tentativa de feminicidio y lesiones a feminicidio, los peruanos reprocharon el lento actuar de las autoridades en el caso.
Cinco días después de los acontecimientos y uno antes de la muerte de la joven, se emitió una orden de captura del presunto autor. Este retraso, acusan quienes exigen justicia, facilitó el que hoy Tarache Parra se encuentre prófugo e, incluso, se habla de que huyó del país.
Actualmente existe una orden para su detención a nivel internacional. No obstante, no hay indicios de su posible paradero.
También hay una recompensa de 50 mil soles, alrededor de 240 mil pesos mexicanos, la cual podría dar resultados por casos exitosos en capturas.
Más reacciones
Aparte de una reacción lenta ante el caso, las declaraciones de la ministra peruana causaron polémica. Ella expresó: “Quisiéramos que las jóvenes elijan bien con quién estar porque ellas deben estar conscientes que merecen vivir libre de violencia y que no acepten ningún compromiso o una relación con una persona que no las respeta”. Sobre estas afirmaciones, varios colectivos manifestaron que solo “revictimizan” a la víctima y es una ofensa para la familia.
Por su parte, la presidenta del país andino, Dina Boluarte, resaltó que “la violencia contra las mujeres debe parar”. Asimismo, sentenció: “las mujeres no somos propiedad de las parejas».
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