Cada 2 de noviembre se celebra el Día Mundial del Ballet desde el año 2014. Conmemoración establecida gracias a el Royal Opera House, The Australian Ballet y el Bolshoi Ballet. Quienes promovieron esta celebración con la finalidad de destacar la labor y modus vivendi de quienes se dedican a esta hermosa danza.
El ballet, es una forma de baile en la que los movimientos se basan en el control absoluto del cuerpo. Razón por la que Maxiliano Díaz Mercado, bailarín de la Compañía Nacional de Danza, se enamoró de ella.
Maxiliano es un bailarín mexicano, quien ha formado parte de la compañía más importante de México desde hace más de 7 años. Sin embargo, su gusto por la danza no nació a una edad temprana, sino en su juventud. Pero desde que conoció ese arte, todo cambió para él. Pues en la danza encontró “un alivio y al mismo tiempo un enriquecimiento de humanidad de forma única que me hace sentir muy vivo”.

Por otro lado, su acercamiento al ballet fue de forma gradual, comenzó tomando clases de bailes más populares. Hasta que un día lo invitaron a tomar una clase de ballet, hecho que le cambió la vida para siempre. Debido a que se enamoró de lo complejo y exigente de esta forma de danza.
“El ballet en lo particular me hace sentir libre, me hace sentir fuerte, inteligente y también como enamorado. Siento como si tuviera un poder mágico, como si viniera de otro mundo, me encanta ver cómo los cuerpos y las almas se transforman a la hora de bailar. Y me hace sentir en cualquier lugar, época, contexto que pudiéramos imaginar. Aparte de que disfruto mucho trabajar con el cuerpo y admiro la capacidad tan grande que tenemos de lograr figuras increíbles”, aseguró Maximiliano.
La sensación de sentirse así de fuerte, lo llevó a exigirse ser mejor y mejor. Y cuando llegó el momento de decidir, Máximiliano, eligió estudiar danza.
Estudió en la Escuela Superior de Música y Danza de Monterrey, con el objetivo de perfeccionar su técnica y conocimientos en la misma.

El bailarín se graduó en el año 2015, formando parte de un grupo considerado como histórico. Ya que era una generación de egresados integrada sólo por varones. No obstante, para ese momento, en el año 2014, Maximiliano ya había conseguido entrar a la Compañía Nacional de Danza.
Desde entonces su carrera artística solo ha ido creciendo en muchos ámbitos, puesto que no solo ama la danza, sino la música, la pintura y el arte en general.
“El arte me hace sentir que los humanos somos extraordinarios tanto quien lo hace y quien lo recibe. También pienso que explora emociones de uno mismo que no se pueden tocar ni ver, pero se pueden sentir y mucho”, aseguró el mexicano.
No obstante, cabe mencionar que él considera que tuvo suerte de encontrar buenas oportunidades artísticas. Situaciones que lo llevaron a bailar para la compañía porque está consciente de que en México, no se cuenta con el apoyo suficiente para las artes.
A su vez, se siente afortunado de contar con el apoyo de su familia y de que nunca dudó sobre su amor por el ballet. Pues sin esa pasión no habría llegado a bailar para la compañía y a mantenerse por tantos años dentro de la misma.
